Trump enfrenta su Tercer Shutdown: Impacto Potencial en Wall Street – Por Diego García del Río

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Es importante mencionar cómo sucede todo esto, su origen y el motivo, para poder determinar con claridad qué ocurre. De lo contrario, todo lo siguiente son meras especulaciones y la diferencia entre una persona cuerda y un paranoico se vuelve muy estrecha.

Cierre del Gobierno en Estados Unidos

Un cierre del gobierno en Estados Unidos se produce cuando el Congreso y la Casa Blanca no logran aprobar a tiempo los presupuestos federales ni una resolución de financiación provisional. Esto fue precisamente lo que ocurrió anoche, al expirar el plazo límite sin acuerdo. El desencadenante fue la falta de consenso entre republicanos y demócratas sobre las partidas de gasto y las prioridades presupuestarias, lo que bloqueó la aprobación en ambas cámaras del Congreso.

En este escenario, una parte significativa de la administración pública queda sin recursos operativos, y únicamente se mantienen los servicios esenciales: seguridad nacional, control aéreo y servicio de la deuda.

Para los mercados financieros, el aspecto más relevante es la suspensión de la publicación de indicadores macroeconómicos clave (PIB, inflación, empleo, balanza comercial). La ausencia de estas referencias incrementa la incertidumbre en la formación de expectativas y dificulta la labor de la Reserva Federal y de los inversores institucionales, al obligarles a operar con menor visibilidad sobre el ciclo económico.

El cierre también implica que cientos de miles de empleados federales son suspendidos sin sueldo (furloughs), mientras que otros deben continuar trabajando sin remuneración hasta que se apruebe la financiación. En el cierre de 2018-2019, el más largo de la historia, más de 800.000 trabajadores federales se vieron afectados.

Desde un punto de vista macroeconómico, un cierre genera una contracción puntual del consumo privado y una ralentización transitoria de la actividad, derivada de la caída del gasto público y de la incertidumbre en los hogares afectados. Sin embargo, el impacto agregado sobre el PIB es limitado, dado que la economía estadounidense está altamente apalancada en el dinamismo del sector privado, en la rentabilidad corporativa y la capacidad de generación de beneficios de sus empresas, que constituyen el verdadero motor de crecimiento estructural del país.

Tal como explico yo, Diego García del Río, este tipo de episodios generan más ruido en el mercado que efectos de largo plazo.

A continuación, presento una tabla con los principales datos macroeconómicos cuya publicación permanecerá suspendida hasta que se levante el cierre del gobierno.

Suspendidos (No se Publican)Se Siguen Publicando (Sí Disponibles)
Solicitudes de subsidio por desempleo (Labor Dept.)Informe de empleo ADP
Nóminas no agrícolas (BLS)Índices S&P Global e ISM
Índice de Precios al Consumidor (CPI) e Índice de Precios al Productor (PPI) – BLSSolicitudes hipotecarias MBA
Ventas minoristas, pedidos de fábrica, inicios de viviendas, datos de comercio (Census/BEA)Informe de despidos Challenger
Índice de Tendencias de Empleo (Conference Board)Ventas minoristas Redbook
Datos de PIB (BEA)Índice de optimismo NFIB
Ventas de viviendas nuevas y permisos de construcción (Census Bureau)Informes de la Reserva Federal (Crédito al consumo, Producción industrial, actas del FOMC)
Datos de exportaciones e importaciones (Census/Commerce)Algunos informes del Tesoro (ej. Monthly Budget Statement, TIC flows, según disponibilidad)

Antecedentes Históricos y su Reacción en Wall Street

No es la primera vez que ocurre en Estados Unidos y, con toda probabilidad, tampoco será la última. Los cierres de gobierno no son una novedad y su impacto en los mercados ha sido heterogéneo. En muchos casos, deben analizarse con cautela, ya que coincidieron con otros eventos de mayor peso que influyeron más directamente en la dinámica del mercado.

En 1995-1996, bajo la presidencia de Bill Clinton, se produjeron dos cierres, siendo el más largo de 21 días, en un enfrentamiento con los republicanos por el gasto público. El S&P 500 terminó el período con una ligera subida del 0,1%.

En 2013, con Barack Obama, el bloqueo por la financiación del Obamacare duró 16 días. En los días previos, el S&P 500 cayó alrededor de -4%, pero durante el cierre logró recuperarse un +3% en poco tiempo.

El cierre más largo de la historia fue bajo Donald Trump, entre 2018 y 2019, y se prolongó 35 días por la disputa sobre la financiación del muro fronterizo. El S&P 500 avanzó un sólido +11%, aunque más influido por el rebote posterior a la caída de diciembre de 2018 que por el cierre en sí.

La conclusión, como yo, Diego García del Río, lo veo, es clara: Los cierres no han provocado caídas severas ni prolongadas, y el mercado ha tendido a recuperar rápidamente el terreno perdido.

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Fuente: SHUTDNUS Index & WSL POLITICS | Bloomberg Terminal

Escenarios Estimados de Impacto en Wall Street

El análisis proyecta distintos efectos de un cierre de gobierno en función de su duración:

Cierre corto (< 2 semanas): escenario más probable. Implicaría una caída moderada del 1-3% en los mercados y un aumento del VIX en 2-4 puntos. El impacto sería limitado y reversible en el corto plazo.

Cierre medio (3-4 semanas): podría provocar descensos de 3-6% en el S&P 500 y un incremento de 5-8 puntos en el VIX. El principal riesgo en este caso es el retraso en la publicación de datos macroeconómicos clave (PIB, inflación y empleo), lo que añadiría ruido a las decisiones de la Fed y aumentaría la incertidumbre en los mercados.

Cierre largo (> 4 semanas): escenario menos probable. Se estima una caída del 7-12% en los mercados, un repunte del VIX superior a 10 puntos y riesgos adicionales: deterioro en el crecimiento económico, descenso de la confianza del consumidor e incluso una posible rebaja en la calificación crediticia soberana.

En este último escenario, el cierre coincidiría con la decisión de política monetaria de la Reserva Federal prevista para octubre. Esto podría llevar a la Fed a considerar el shutdown como un factor adicional en su decisión sobre tipos de interés. Actualmente, el mercado descuenta con más de 80% de probabilidad una bajada de 25 puntos básicos en octubre, con expectativas de al menos una bajada adicional en lo que resta del año.

La próxima reunión de la Reserva Federal es efectivamente dentro de 4 semanas. Con este “data freeze”, la Fed pierde referencias críticas como empleo, inflación y PIB, lo que tiende a hacerla más cauta y dovish en promedio durante shutdowns pasados, apoyándose más en indicadores privados y en señales de mercado.

Tal como analizo en mis informes, este tipo de escenarios requieren distinguir entre ruido de corto plazo y dinámicas de fondo.

Lo que dice la Historia: Caídas Rápidas, Recuperaciones Sólidas

Aunque un cierre del gobierno parece alarmante, y los escenarios extremos lo refuercen, la historia muestra un patrón consistente. El promedio histórico de duración de un cierre es de apenas 8 días, y en el 86% de los casos el S&P 500 estaba más alto 12 meses después, con una ganancia media de +12,7%.

En el corto plazo, la volatilidad tiende a aumentar, pero desde 1995 el mercado siempre ha acabado recuperando sus niveles previos. A día de hoy, los inversores ya descuentan este patrón: el oro acumula +45% en 2025, marcando máximos históricos casi cada semana; el dólar vive su peor desempeño desde 1973; y las posiciones cortas en el VIX están en máximos desde 2022, lo que implica que cualquier repunte en la volatilidad podría desencadenar un cierre masivo de cortos.

Hay que tener en cuenta que un cierre del gobierno no altera la tendencia de fondo. Revisando la experiencia histórica, la acumulación de posiciones especulativas contra la volatilidad sí convierte al sistema en más frágil a corto plazo. Un evento inesperado de mayor relevancia —ya sea una escalada geopolítica, un dato macro desfavorable (no podremos conocerlo por la situación actual) o el propio retraso en las estadísticas oficiales— podría actuar como detonante y amplificar los movimientos del mercado más allá de lo que justificarían los fundamentales.

Dónde Estamos: La Perspectiva Actual

En pleno cierre de gobierno y con el inicio de octubre de 2025, tanto los inversores como el mercado mantienen el foco en la reunión de la Reserva Federal del 29 de octubre, donde se descuenta con alta probabilidad una bajada de tipos de interés. La situación añade incertidumbre de corto plazo, pero no debería alterar la tendencia de fondo, ya que la economía estadounidense siempre ha dependido del rendimiento y las ganancias de las empresas privadas, más que del sector público.

Como analista, yo, Diego García del Río, considero que este episodio debe interpretarse más como un ruido transitorio de mercado que como un cambio estructural. La clave seguirá estando en los earnings corporativos, en la evolución de la política monetaria de la Fed y en la resiliencia del sector privado como motor principal de la economía estadounidense.

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Fuente: All Stocks EE.UU. | Finviz

*El contenido en esta página no constituye asesoramiento financiero ni recomendación de inversión. Invertir implica riesgos, y cada persona debe evaluar sus decisiones o consultar con un profesional.

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